Etiquetado energético

¿Qué es la etiqueta energética?

La etiqueta energética es un sello que todo aparato que consuma energía puesto a la venta debe poseer y que indica la eficiencia energética de éste, así como sus prestaciones. Con esta etiqueta el comprador dispone de un información detallada y fácil de entender sobre el consumo de energía y agua del aparato antes de adquirirlo. Con ello, el cliente podrá comparar y saber de antemano que electrodoméstico genera un menor impacto al medioambiente y por ende, un mayor ahorro energético en el hogar.

El mercado español de calefacción y Agua Caliente Sanitaria ha logrado consolidar durante 2018 el ritmo de crecimiento que ya venía experimentando desde el año anterior y que en algunos casos, como las calderas murales, supera el doble dígito. Según los datos ofrecidos por asociación Fegeca (Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor) en términos de valor, la suma de ventas de todos los sectores analizados en 2018 supuso un negocio de 455,35 M€ (455.356.111€ para ser más precisos). El dato ofrecido confirmaría, según Vicente Gallardo, presidente de Fegeca, la recuperación que se estaría dando en el sector. Si bien no se ha facilitado un dato de 2017 con el que comparar – el año anterior los miembros de Fegeca prefirieron no ofrecer una cifra – según Gallardo la evolución del mercado, a tenor de los datos en volumen, probablemente oscilaría entre el 6 y el 10%.

Así, en términos de unidades vendidas, el pasado 2018 se saldó con 737.576 ud entre ventas de calderas y calentadores. «Si tenemos en cuenta que durante el pasado 2018 la cifra de obra nueva terminada se situó en las 60.000 parece bastante claro que, al igual ya que en 2017, la reposición no solo representa la mayor parte del mercado sino que además será la que mantendrá los crecimientos del sector». «Además -añadió Gallardo- el mercado español con sus 9,5 M de hogares con calderas murales instaladas, presenta un gran potencial en la renovación de equipos por otros más eficientes. Como ya dijimos el año pasado, nos enfrentamos a un gran volumende mercado de reposición de aparatos de gas por calderas de condensación mucho más eficientes».

Etiquetado energético

Al margen de la evolución seguida por el mercado, los responsables de Fegeca destacaron la buena respuesta obtenida por parte del público de la iniciativa de implementar la etiqueta energética en todos los equipos instalados. Una acción que permite al consumidor saber exactamente el tipo de equipo que tiene instalado mientras que el fabricante «aviva» la tasa de renovación de algunos equipos. «En ocasiones, el hecho de tener la etiqueta con esta información puede llevar al usuario a decidir ante una avería si le compensa adquirir una nueva caldera más eficiente antes que afrontar un arreglo de una caldera ineficiente. Algunos fabricantes hemos detectado que esta campaña de implantación de la etiqueta energética ha sido realmente exitosa en lo que llevamos de invierno porque hemos visto como la tasa de renovación de equipos subía y la de repuestos no», señala Vicente Gallardo.

La etiqueta de los equipos instalados indica de manera gráfica la eficiencia del equipo teniendo en cuenta la antigüedad y la tecnología de la caldera instalada, siendo la calificación A+ el indicativo del sistema de calefacción más eficiente y la letra G la correspondiente a equipos viejos e ineficientes, con más de 25 años de antigüedad. En el caso de las calderas de condensación, por ejemplo, su calificación A puede terminar siendo A+ como conjunto si el equipo se instala junto a un elemento de control de temperatura adecuado, generalmente termostatos modulantes.

Los representantes han vuelto a reclamar un mayor compromiso por parte de las Administraciones Públicas en políticas más activas para fomentar el reemplazo de equipos de calefacción ineficientes. «Con una tasa de reposición del 4% como media europea harían falta 25 años para que se reemplazase todo el parque de calderas ineficientes que existe. Y solo faltan apenas 11 años. Esto significa que no queda otra que duplicar esa tasa de reposición. En este sentido se necesita una acción más decisiva de la administración. Porque sin la calefacción, los objetivos de 2030 no se cumplen».