Y entonces se paró el tiempo, estaba ocurriendo, y de repente nos abordaron sentimientos de miedo y pánico. ¿Qué hacer en estos momentos? Un día o quizás una semana se llevaría medianamente bien, pero… pensar que sería entre dos ó seis meses, me paralizo sólo de pensarlo.
Toda una vida diciendo, “ojalá se pare el tiempo, podría hacer millones de cosas, aprender a realizar aquello por carencia de tiempo” porque el mundo va tan deprisa que no nos da tiempo de sentarnos unos segundos y valorar lo que realmente queremos hacer en la vida.
Nos movemos constantemente para poder vender, cobrar las facturas, pagar deudas y llegar a fin de mes. Pero pensemos ¿Qué es lo que realmente nos motiva en la vida? ¿Qué cosas nos gustan hacer? ¿Tenemos algún objetivo en concreto?
Dejamos nuestros sueños de lado, deja de importarnos aquellas cosas que nos hacen sentir bien día a día. Las pequeñas cosas que nos hacen feliz porque tenemos unas responsabilidades que cumplir y sacar el trabajo a tiempo atender clientes… pero de repente… nos obligan a parar. Nos obligan a tomar aire y respirar y entonces se te plantea la vida. Te paralizas y empiezas a buscar con desesperación cosas con las que entretenerte porque esta oportunidad que te están brindando.
Así que aprovecha estos momentos para sentarte, ponerte música, relajarte y reflexionar hacia dónde quieres ir, mira el lado positivo, todo tiene un lado positivo, busca el tuyo.. Ponte propósitos que sabes que te van a hacer feliz y empieza hoy a luchar por ellos. Tu vida es tuya y tú eres quien decides como quieres vivirla. Yo ya he empezado.