El teletrabajo ha pasado de ser algo muy poco frecuente en España a estar presente en muchas empresas. Y no ha sido algo gradual, sino que se ha impuesto en pocos días.
La llegada de la pandemia del Coronavirus ha supuesto un cambio en la forma de trabajar. Llegó un momento en el que, en vista de la evolución de contagios las autoridades declararon el Estado de Alarma.
Para poder continuar trabajando según lo dictado por el gobierno, los trabajadores de oficina tenían que guardar una determinada distancia de seguridad entre ellos, lo cual es inviable. No hay espacio suficiente para todos; la solución para que los empleados puedan seguir produciendo fue el trabajo desde casa.
Esto es totalmente nuevo para la mayoría y tanto trabajadores como empresas lo consideran de alguna manera un experimento.
Pasamos de casi no tener personas teletrabajando a tener muchas y todo fue cuestión de una semana. Ahora es cuando muchas empresas se han planteado que el teletrabajo es la solución ideal para poder seguir con sus actividades, evitar las aglomeraciones y cumplir las nuevas normativas de prevención del Gobierno.
Teniendo en cuenta la rapidez con la que se ha implantado todo, podríamos decir que se trata de un teletrabajo forzoso y no está siendo fácil para las empresas, básicamente porque no están acostumbradas.
Es importante conocer que el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha elaborado la siguiente guía: Guía para la actuación en el ámbito laboral en relación al nuevo coronavirus. En la página 6, se dice que el teletrabajo será una medida que se tome con carácter excepcional con esta crisis.
Entonces, cuando la crisis termine, habrá de finalizar el teletrabajo como medida excepcional y todo el mundo volverá a su puesto de trabajo de toda la vida (o al menos es lo que insinúan).
Hemos visto con datos reales que antes de la pandemia el teletrabajo en España tuvo un desarrollo muy lento. Ahora es cuando más empresas lo han descubierto y probablemente muchas vean una práctica que quieran seguir aprovechando.
También hay que tener en cuenta que no estamos preparados para el teletrabajo, ni empresas ni trabajadores y por ello es importante tener una serie de rutinas para la correcta organización. De hecho estos días de aislamiento están sirviendo para comprobar si realmente funciona esta práctica que muchas empresas tecnológicas ya han integrado tan bien.
En todo caso, no hay que olvidar que el teletrabajo forma parte de la transformación digital de las empresas, y una transformación digital no se hace invirtiendo mucho dinero de golpe para cubrir una emergencia, sino armando una estrategia y avanzando hacia ella con una hoja de ruta. Hace falta un plan y es en esto en lo que fallan muchas empresas.
Una transformación digital no es solo un tema de tecnología sino de cultura de las personas. Tiene que haber una actitud para querer cambiar, tanto de líderes y dirigentes como de trabajadores. Parece que vamos por buen camino.