Los Agentes Comerciales de España aplauden el mantenimiento de la directiva comunitaria que regula el sector

El presidente del Consejo General de Agentes Comerciales de España, Manuel Maestre, aplaude la decisión de la Comisión de Europea de mantener la Directiva 86/563/EEC, “crucial para el ejercicio de la profesión con garantías dentro de la UE”

Unión Europea

Los 590.000 agentes comerciales de Europa están de enhorabuena. También los 1,7 millones de pymes que se apoyan en ellos cada año para vender sus bienes y servicios dentro de la UE.

La Comisión Europea, que se encuentra inmersa en un plan de reformas para aligerar la legislación de la UE, ha decidido salvar la Directiva de Agentes Comerciales (86/653/EEC) que regula el ejercicio de la profesión dentro de la UE. Este texto, vigente desde 1986, ha estado proporcionando seguridad jurídica en el sector y ha potenciado las relaciones comerciales entre todos los Estados miembro de la Unión Europea durante los últimos treinta años.

En un informe de evaluación legislativa que acaba de hacerse público, la Comisión Europea recomienda no derogar ni reformar la Directiva de Agentes Comerciales de 1986 y apuesta por mantenerla porque ampara a «un mercado muy importante en continuo crecimiento en varios sectores de la economía». Según los datos comunitarios, más de 590.000 agentes comerciales generan cada año unas ventas de 260.000 millones de euros y dan empleo a más de un millón de personas. Se estima que los agentes europeos realizan operaciones comerciales en nombre de 1,7 millones de empresas, el 88% de las cuales son pymes.

En nuestro país, los agentes comerciales generan 55.000 millones de euros de ventas al año y dan empleo directo a 288.000 personas. Su labor de intermediación y representación es fundamental para las 412.000 empresas españolas para las que trabajan, en su inmensa mayoría pymes.

Hasta la entrada en vigor de la Directiva en 1986, cada Estado miembro tenía su propia legislación para regular los derechos y obligaciones de los agentes comerciales y sus representados, con la consiguiente inseguridad jurídica y trabas para el establecimiento de operaciones entre países. Gracias a la directiva, se sentaron las bases para crear un mercado único para la representación comercial que eliminó las barreras en las actividades de los agentes comerciales y sus clientes entre los distintos Estados miembro y estableció unas garantías comunes a todos los países.

El año pasado, la Comisión Europea decidió poner bajo evaluación esta directiva en el marco de su Programa de Adecuación y Eficacia de la Regulación (REFIT) que ha diseñado para optimizar la legislación comunitaria, reducir costes y disminuir la burocracia. Ha sido la primera vez desde 1986 que esta directiva se ha sometido a examen.

Después de un año de alegaciones públicas y consultas con los Estados miembro -entre ellos España – y organizaciones representativas de los sectores afectados, como el propio CGAC, la Dirección General de Mercado Interno, Industria, Emprendedores y Pymes de la Comisión Europea ha dado a conocer sus conclusiones en un informe de evaluación publicado en www.europa.eu.

La conclusión es clara y rotunda: la directiva de los agentes comerciales pasa el examen con nota y debe mantenerse sin modificación, porque ha demostrado «cumplir bien sus funciones y cometidos». Según reza el informe, «sus beneficios superan ampliamente sus costes, su finalidad sigue siendo relevante a día de hoy y continúa aportando valor añadido a la UE».