La banca europea clausurará 40.000 sucursales o el 25% de su red en los próximos tres años ante el menor rol que las oficinas van a tener para los clientes a tenor del avance de la adopción digital en el sector financiero, acelerado por el efecto del confinamiento durante la pandemia del Covid-19.
Se trataría de acelerar un proceso que ya ha venido protagonizando el sector en los últimos años. Sólo entre 2009 y 2019 el número de sucursales ha caído desde 240.000 a 165.000 en toda Europa. Así lo concluye el último informe de la consultora Kearney publicado este lunes bajo el título de ‘Radar de la Banca Europea’.
El estudio prevé que el ajuste varíe según el país, ya que en los últimos años algunos mercados ya han recortado significativamente el número de sucursales. Se espera que las sucursales bancarias que sobrevivan al proceso cuenten principalmente con asesores altamente cualificados para centrarse en productos más complejos, como hipotecas, seguros de vida, pensiones y asesoramiento de inversiones.
Buena parte del recorte en la red de sucursales vendrá influido por la necesidad de economizar costes para encarar la crisis provocada por el Covid-19. La consultora cree que la banca española necesita ajustar sus costes entre 2.000 y 3.000 millones de euros, y que el conjunto de la banca europea se enfrenta al reto de reducir los suyos «en más de 35.000 millones de euros»:
La pandemia también ha ayudado a la digitalización. Durante el confinamiento la mayoría de clientes hizo operaciones y gestiones en línea. En un futuro. según Kearney, el 70% de las operaciones bancarias más comunes en Europa se realizará por internet en tres años y los contact centers digitales «se convertirán en el primer punto de contacto de los clientes de la banca». En el caso de las operaciones como aperturas de cuentas bancarias, créditos de consumo o solicitudes de las tarjetas de crédito, se estima que el 70% de las mismas se realizará online en los próximos tres años.
Conforme a sus estimaciones, en la actualidad un 53% de los europeos acude a internet para informarse y adquirir productos y servicios bancarios y la cifra subirá al 65% en el año 2025.