Como consecuencia a una crisis rápida, prácticamente imprevisible y, sobre todo, muy repentina, las pymes y empresas que han entrado en concurso de acreedores han aumentado exponencialmente.
Según se recoge en el informe de la Estadística del Procedimiento Concursal (EPC) llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística, en este primer trimestre del año 2020 se ha registrado un total de 1.501 deudores concursados, de los cuales 974 serían empresas y pymes y 527 personas físicas.
Esta dura situación económica ya se preveía cuando, en marzo de este año, los últimos datos recabados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social ya mostraron que más de 120.000 compañías españolas se habían dado de baja, dejando de cotizar. Además, el aumento del número de deudores también se pudo comprobar a través de la avalancha de solicitudes de información que se dieron una vez se decretó el Estado de Alarma.
En definitiva, la situación actual nos obliga a reflexionar acerca de cómo ha afectado esta crisis sanitaria al grueso de las empresas de nuestro país y cómo podríamos dotarlas de mayores recursos para evitar un aumento drástico del número de acreedores.
En esos momentos, la economía española se enfrenta a una situación extraordinaria, donde las empresas que antes suponían la base de trabajadores del país, han tenido que iniciar los procedimientos legales para hacer frente a sus situaciones de insolvencia, conocidos como la figura del Concurso de Acreedores. Las consultas sobre estos procesos de crisis empresariales se han disparado durante los dos primeros trimestres del año, previniendo así que en los próximos meses estaremos hablando de un problema a nivel nacional al que sí o sí el Estado debe hacer frente.
En el contexto actual, muchísimas personas se estarán preguntando qué es un concurso de acreedores exactamente, ya que es un concepto técnico bastante complejo y que no solemos emplear en nuestro día a día. Para poder entender en profundidad a qué realidades hace referencia este concepto, hemos contactado con Igor Ochoa, reconocido experto en gestión de crisis de la consultora Dipcom Corporate que ha dedicado más de 12 años de su carrera profesional a ayudar a empresas de todo tipo a salir de nuevo a flote después de una crisis económica o legal.
Él nos ha podido explicar en palabras sencillas en qué consiste realmente un concurso de acreedores: básicamente, un concurso de acreedores actúa para darle una alternativa a las empresas que no tengan recursos y capacidades para solventar su situación económica o no puedan hacerse cargo de sus obligaciones fiscales y legales.