Tras un paréntesis de casi tres meses, el sector inmobiliario despierta, y hay claras señales de que la demanda mantiene un fuerte impulso. Pero el mercado está cambiando: El confinamiento y el teletrabajo modifican las prioridades en la búsqueda de viviendas, amplias y con jardín; la entrada de pisos turísticos aumentará la oferta en alquiler, y la crisis económica la demanda. La necesidad de liquidez podría traducirse en ajustes en el valor de venta.
Más de 40 días de confinamiento han disparado la búsqueda de viviendas en internet y han provocado un cambio en las preferencias de los españoles, que valoran mucho más que sean luminosas y tengan balcón o jardín, aunque ello suponga renunciar a vivir en el centro de la ciudad e irse a las afueras.
Vivir encerrados en casa durante semanas, a menudo en espacios reducidos y sin una salida al exterior, ha hecho que los ciudadanos que quieren cambiarse de vivienda tengan en cuenta unos requisitos que antes del 14 de marzo, cuando se declaró el estado de alarma por la pandemia de coronavirus, ni siquiera se habían planteado.