¿Qué ha pasado?
Durante las últimas semanas, el debilitamiento de la economía china ha sido el principal foco de atención de los mercados financieros. Tras las importantes caídas en la bolsa china de más del 30% -después de registrar subidas superiores al 100% en el último año-, las autoridades han introducido una batería de medidas para intentar contener las pérdidas. Entre estas, destaca la flexibilización del mecanismo para establecer el tipo de cambio de su moneda, que ha ido acompañado de una devaluación del yuan cercana al 3%.
Las consecuencias en los mercados financieros
- Aumenta la volatilidad en los mercados al acentuar las dudas sobre la evolución de su economía y sobre el impacto de la depreciación del yuan.
- Reaparece el temor a la deflación por el efecto de la caída en los precios de las materias primas. Los precios del petróleo y de los metales industriales se han situado en niveles cercanos a los mínimos de 2009.
- Impacto en los países emergentes, que han sufrido importantes depreciaciones en sus divisas, caídas en sus bolsas y la ampliación de sus primas de riesgo.
- Surgen dudas sobre la evolución del crecimiento económico global, que afecta a las principales plazas bursátiles, tanto en EE.UU. como en Europa y, en particular, a aquellas más vinculadas al crecimiento global, como Alemania y Japón.
- Disminuye la probabilidad que la Reserva Federal incremente el tipo de interés de referencia en su próxima reunión del mes de septiembre.
La corrección experimentada por los mercados financieros en los últimos días se ha visto acentuada por los menores volúmenes de contratación del periodo estival.